La solución más cómoda y efectiva para protegerse del frío y la brisa es el chaleco de ciclismo, el cual también podrás combinarlo con un maillot de verano sin mangas cuando el sol pegue fuerte. Por un lado puede ser ligero pero protector, ya que esta prenda permite mantener el cuerpo abrigado y se podrá guardar en un bolsillo cuando ya no se necesite. Muy a menudo el material tiene un tratamiento anti-viento y de protección contra la suciedad, de hecho puede usarse en lugar de la chaqueta ligera cuando el fondo se ensucia y se recomienda una mayor protección del maillot y de los objetos en el interior de los bolsillos traseros. Por otro lado y poniéndonos en el lado opuesto, la sensación que se busca es aquella de sentirse "desnudo" sin estar oprimido por el maillot. Así obtendrás mayor libertad de movimiento y transpiración gracias a los tejidos súper ligeros. ¡Pero recuerda la crema solar en los brazos! Los chalecos reflectantes de ciclismo son muy importantes para que el resto de vehículos vean a los ciclistas sin ningún tipo de problemas y evitar, así, posibles accidentes. Además de hacer visible al ciclista, también ofrecen mayor visibilidad al propio ciclista de su entorno en horario nocturno o días de poca luz. Para una mayor protección, es recomendable que el chaleco esté fabricado en un tejido impermeable para evitar la entrada de agua y humedad; que sea transpirable para asegurar un rápido secado de la piel y una constante entrada de aire fresco. Debe ser térmico para mantener la temperatura corporal adecuada.